MI HISTORIA

Mi nombre es Rosario, muchos me llaman Rosi, Rosa, o Rosita. Comencé mi práctica de Yoga de manera más constante en 2007, tras sufrir una lesión en la cadera. En ese momento, me enfrenté a la decisión de someterme a una cirugía o hacer un cambio. Opté por no operarme, sin darme cuenta de que esa elección me llevaría a un camino de autoconocimiento y desafíos que jamás imaginé.

Empecé con Yoga, aprendiendo a mover, conocer y liberar mi cuerpo. Con los años y a través de diversas experiencias yóguicas y somáticas, fui capaz de sentir la emoción y historia detrás de mi lesión y mis dolores físicos. Ha sido un viaje que me ha enseñado mucho sobre la conexión intrínseca entre el cuerpo y el alma, y cómo las penas y los dolores emocionales que guardamos encuentran una forma de manifestarse en el cuerpo físico.

 

Cuando el alma esconde emociones fuertes, es inevitable que se manifiesten en el cuerpo, porque somos uno: cuerpo, mente y alma.

Para mí, el Yoga es el punto de inicio y fin de cada aprendizaje. Esta práctica no sólo me ayudó a sanar, sino que también me permitió conocerme mejor y reencontrarme con mi calma y paz interior. 

 

CREO ESTAR AQUÍ PARA GUIARTE A RECONECTAR CON EL AMOR POR MOVER TU CUERPO, CONOCERLO, EXPLORARLO. SEA CUAL SEA TU BÚSQUEDA, ESTOY SEGURA QUE , COMO A MI, TU CUERPO TE MOSTRARÁ EL CAMINO DE VUELTA A TÍ.

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